Con respeto a los estándares
El lenguaje HTML fue diseñado para permitir que las "páginas web" pudiesen ser correctamente visualizadas con cualquier navegador, independientemente de la plataforma sobre la que se ejecute (Unix, Windows, Macintosh, etc.) e inclusive del dispositivo utilizado (monitor con capacidades gráficas, terminal en modo texto, dispositivos Braille, etc.)
El W3 Consortium es el encargado de definir los estándares. Cualquier navegador debiera implementarse siguiendo las recomendaciones de dicho organismo. La realidad nos muestra que no es así: distintas empresas intentan "torcer" los estándares incorporando elementos que no existen en la especificación de HTML de manera de que solamente su navegador pueda visualizarlos correctamente.
Un claro ejemplo de esto es el siguiente: Las páginas generadas con Microsoft FrontPage incorporan elementos que sólo son interpretados correctamente por Microsoft Internet Explorer. De esta manera, aquellos que usen otro navegador (existen varias decenas de ellos) no podrán apreciar exactamente el contenido que el autor intentó colocar en dicha página.
Es por esto que en muchas páginas de la Web puede verse un cartelito indicando que "Este sitio es mejor visualizado con XXX versión YYY...". Esto es, además de innecesario, totalmente contrario al espíritu de la Web. Esto limita a los usuarios al uso de determinado producto de determinada empresa. Esto imposibilita el normal acceso a la información. Esto acrecienta notablemente el monopolio de algunas empresas productoras de software. Esto hace que Internet sea menos libre...
Plug-ins y extensiones
Otro aspecto a tener en cuenta es la innecesaria utilización de distinto tipo de componentes adicionales, tales como Applets Java, animaciones en Flash, Javascript, etc., que hacen que la navegación de un sitio dependan de que el navegador utilizado los soporten (y no todos lo hacen). Esto, una vez más, quita la posibilidad a ciertas personas de acceder a las distintas páginas del sitio o a partes de la información publicada en el mismo.
¿Y quienes no pueden ver?
La simple frase "mejor visto" nos hace asumir que los sitios web siempre son "vistos". Debemos recordar que muchos de nuestros visitantes no pueden ver. Las personas no videntes utilizan otro tipo de navegadores (que leen los textos o que los imprimen en Braille) para poder acceder al contenido de la Web.
Muchos diseñadores, en una actitud totalmente discriminatoria, eligen olvidarse de estas personas al basar un sitio en elementos gráficos o, peor aún, no estructurar los contenidos de forma que puedan ser interpretados por tales navegadores.
Lamentablemente para ellos, hay ciertos "cieguitos" que se han transformado en árbitros imparciales de la web: los buscadores (por ejemplo, Google). Sabemos que la inmensa mayoría de los visitantes de un sitio llegan a él a través de los motores de búsqueda. Pues bien, los programas que recorren las páginas de la web (spiders) y que alimentan a los buscadores son "ciegos". Esto significa que no solamente no ven imágenes ni animaciones (y no pueden siquiera navegar por un sitio con menús hechos en Flash), sino que tampoco pueden interpretar el contenido que no esté dispuesto en una estructura "razonable" (por ejemplo, una buena jerarquía de encabezados y sin usar tablas para disponer los contenidos visualmente). ¿Elegirá ahora el diseñador web discriminar a su principal fuente de visitas?
Por todo esto, más que "mejor visto con...": accesible para todos.