Capítulo 6. La comuna de Emacs

El laboratorio de Inteligencia Artificial (IA) de 1970 era desde donde se le viera un lugar especial. Proyectos de frontera e investigadores de primera categoría le dieron una posición eleveda en el mundo de la ciencia de los computadores. Así mismo, la cultura hacker interna y sus políticas anárquicas llevaron a una mística revolucionaria. Solo después, cuando muchos de los científicos y superestrellas del software del laboratorio habían partido, se darían cuenta los hackers del mundo único y efímero en el que cual una vez habían vivido.

"Era un poco como el Jardín del Edén", dice Stallman, resumiendo al laboratorio y a su ethos de compartir de software en un artículo de 1998 en Forbes. "No se nos había ocurrido no cooperar". [1]

Tales descripciones mitológicas, a pesar de ser extremas, subrayan un hecho importante. El piso noveno de 545 Tech Square era más que un lugar de trabajo para muchos. Para hackers como Stallman, esto era el hogar.

La palabra "hogar" es un término pesado en el léxico de Stallman. En una crítica a su padres, Stallman, hasta el día presente, se niega a aceptar cualquier otro hogar antes de Currier House, el dormitorio en el cual vivió durante sus días en Harvard. También se conoce que el describe la partida de ese hogar en términos tragicómicos. Una vez, mientras describía su años en Harvard, Stallman dijo que su único resentimiento era que lo habían echado. No fue hasta que le pregunté a Stallman que precipitó su salida, que me di cuenta que había entrado en una de sus frases clásicas.

"En Harvard tenían la política de que si usted pasaba demasiadas clases ellos le pedían que partiera", dice Stallman.

Sin dormitorio ni deseos de regresar a New York, Stallman siguió un camino iluminado por Sussman, y muchos otros hackers antes de el. Cuando ingresó a MIT como un estudiante graduado, Stallman rentó un apartamento en el cercano Cambridge pero muy pronto vio al laboratorio de IA como su hogar de facto. En un discurso de 1986, Stallman recordó las memorias del laboratorio de IA durante ese período:

Yo habré vivido más dentro del laboratorio que la mayoría de la gente, porque por alguna razón cada uno o dos años no tenía apartamento y entonces vivía unos cuantos meses en el laboratorio. Siempre lo encontré bastante cómodo, así como agradable y frío en el verano. Pero no era extraño encontrar gente quedándose dormida dentro del laboratorio, por el entusiasmo; uno se quedaba despierto tanto como pudiera hackeando, porque uno no quería detenerse. Y cuando uno estaba completamente exhausto, uno escalaba a la más próxima superficie horizontal suave. Una atmósfera muy informal. [2]

La atmósfera hogareña del laboratorio podía ser un problema algunas veces. Lo que algunos veían como un dormitorio, otros los veían como un guarida del opio electrónico. En el libro de 1976, [Computer Power and Human Reason], el investigador del MIT Joseph Weizenbaum ofreció una crítica mordaz de los "computer bums", término acuñado por Weizenbaum para los hackers que poblaban los cuartos de computadores como el laboratorio de IA. "Sus ropas arrugadas, su pelo sin bañar y sus caras sin afeitar, y su pelo enmarañado testificaban que ellos eran indiferentes a sus cuerpos y al mundo en el que se movían", escribe Weizenbaum. "[Los computer bums] existían, al menos cuando estaban conectados, solo a través y para los computadores". [3]

Después de un cuarto de siglo después de su publicación, Stallman todavía se le erizan los pelos cuando oye la descripción de "computer bum" de Weizenbaum, discutiendola en tiempo presente como si Weizenbaum mismo estuviera en el cuatro. "El quiere que la gente sea tan solo profesionales, haciéndolo por el dinero y queriéndose ir y olvidarse del asunto lo más pronto posible", dice Stallman. "Lo que el ve como estado normal de las cosas yo lo veo como una tragedia".

La vida de hacker, sin embargo, no estaba excenta de la tragedia. Stallman caracteriza su transición de hacker de fin de semana a morador de tiempo completo en el laboratorio de IA como una serie de dolorosos infortunios que solo podian ser remediados a través de la euforia de hackear. Como Stallman lo dice, el primer infortunio fue su graduación de Harvard. Ansioso de continuar sus estudios en física, Stallman entró como estudiante graduado en el MIT. La escogencia de universidad fue natural. No solo le dio a Stallman la oportunidad de seguir los pasos de los grandes alumnos del MIT: William Shockley ('36), Richard P. Feynman ('39), y Murray Gell-Mann ('51), también lo puso dos millas más cerca del laboratorio de IA y de su nuevo computador PDP-10. "Mi atención iba hacia la programación, pero pensé, bueno, tal vez pueda hacer ambas", dice Stallman.

Trabajando en los campos de la ciencia de nivel graduado en el día y programando en los confines monásticos del laboratorio de IA en la noche, Stallman trató de adquirir un balance perfecto. El folcrum de su geek teeter-totterr fueron sus salidas semanales con la tropa de danza folcrórica, su única actividad social que le garantizaba una interacción módica con el sexo opuesto. Hacia el final del primer año en el MIT, sin embargo, el desastre golpeó. Una lesión en la rodilla forzó a Stallman a renunciar a la tropa. Al principio vió la lesión como un problema temporal, dedicando el tiempo disponible que el hubiera gastado en bailar a trabajar en el laboratorio de IA aún más. Al final del verano, cuando la rodilla todavía dolía y las clases volvían a comenzar, Stallman comenzó a preocuparse. "Mi rodilla no mejoraba", Stallman recuerda, "lo que significaba que debía detener la danza completamente. Yo estaba destrozado".

Sin dormitorio y sin baile, el universo social de Stallman hizo implosión. Como un astronauta experimentando los efectos de la gravedad cero, Stallman descubrió que su habilidad de interactuar con no hackers, especialmente mujeres no hackers se había atrofiado significativamente. Después de 16 semanas en el laboratorio de IA, la autoconfianza que había acumulado durante los cuatro años en Harvard estaba virtualmente desaparecida.

"Yo sentía basicamente que había perdido mi energía", recuerda Stallman. "Yo había perdido al energía de hacer cualquier cosa excepto lo que me tentaba más inmediatamente. La energía de hacer cualquier otra cosa se había ido. Yo estaba en un total desbalance".

Stallman se retiró del mundo aún más, enfocándose enteramente en su trabajo en el laboratorio de IA. En Octubre de 1975, el se retiraba del MIT, para no volver más. El hackeo de software, que alguna vez había sido un hobby, se convirtió en su llamada.

Regresando a tal período, Stallman ve la transición de estudiante de tiempo completo a hacker de tiempo completo como inevitable. Más temprano que tarde, el cree, la llamada de sirena del hackeo de computadores habría superado su interés en otros asuntos profesionales. "Con las matemáticas y la física, nunca hubiera encontrado una forma de contribuir", dice Stallman, recordando su esfuerzo anterior a la lesión de la rodilla". "Yo hubiera estado orgulloso de hacer avances en cualquiera de esos campos, pero nunca encontré una forma de hacer esto. No sabía donde comenzar. Con el software, vi inmediatamente como escribir cosas que correrían y serían útiles. El placer de tal conocimiento me llevó a querer hacerlo más".

Stallman no fue el primero en igualar a el hackeo con el placer. Muchos de los hackers que trabajaban en el laboratorio de IA poseían hojas de vida académicas similares. La mayoría de ellos habían venido a alcanzar grados en matemáticas o ingeniería eléctrica solo para rendir su carrera académicas y sus ambiciones profesionales con la alegría total que provenía de resolver problemas nunca antes tratados. Como Santo Tomás de Aquino, el escolástico conocido por trabajar durante largo tiempo en su Summa Teológica, que alcanzaba visiones espirituales, los programadores alcanzaban estados trascendentales internos a través de total concentración mental y cansancio físico. A pesar de que Stallman desprecia las drogas, como la mayoría de hackers, el disfrutaba de la alta (en inglés high) que venía cerca del final de una jornada de codificación de 20 horas.

Tal vez la sensación más placentera, fue el sentimiento de plenitud personal. Cuando se trataba de hackear, Stallman era un natural. Una infancia llena de jornadas de estudio hasta tarde en la noche, le dio la habilidad de trabajar durante largas horas con poco sueño. Como un rechazado social desde los 10 años, el tenía poca dificultad en trabajar solo. Como un matemático con un el don incorporado para la lógica y la previsón Stallman poseía la habilidad de rodear las barreras de diseño que dejaban a muchos hackers dando vueltas en círculo.

"El era especial" recuerda Gerald Sussman, un miembro de la facultad del MIT y un ex-investigador en el laboratorio de IA. Describe a Stallman como "un pensador claro y un diseñador claro", Sussman empleó a Stallman como un asistente de investigación de un proyecto en 1975. El proyecto era complejo, involucrando la creación de un programa de IA que pudiera analizar diagramas de circutios. No sólo involucraba un dominio experto de Lisp, un lenguaje de programación construido específicamente para las aplicaciones de IA, sino que también requería la compresión de como un humano se aproximaría a la misma tarea.

Cuando no estaba trabajando en proyectos oficiales como el programa de Sussman de análisis automático de circuitos, Stallman dedicaba su tiempo a proyectos mascota. Era parte del mejor interés de un hacker, el mejorar la infraestructura de software del laboratorio, y un uno de los proyectos mascota más grandes de Stallman durante este período fue el programa de edición del laboratorio TECO.

La historia del trabajo de Stallman en TECO durante 1970 está inextrincablemente unida con el liderazgo del movimiento del software libre. Fue un paso significativo en la historia de la evolución de los computadores, tanto que una pequeña recapitulación de tal evolución es necesaria. Durante los decenios de 1950 y 1960, cuando los computadores primero aparecían en las universidades, la programación de computadores era un asunto increíblemente abstracto. Para comunicarse con la máquina, los programadores crearon una serie detarjetas perforadas, con cada tarjeta representando un comando individual de software. Los programadores dejaban las tarjetas al administrador central de la máuqina quien después las insertaba, una a una, dentro de la máquina, esperando que la máquina perforara un nuevo conjunto de tarjetas perforadas, las cuales el programador decifraba como salida. Este proceso, conocido como "procesamiento en bloque" era engorroso y lento. También era susceptible de abusos de autoridad. Uno de los factores motivantes detrás de la aversión visceral a la centralización por parte de los hackers era el poder esgrimido por los operadores de sistema quienes dictaminaban que tareas tenían prioridad.

En 1962, los científicos de la computación y los hackers involucrados en el proyecto MAC del MIT , un proyecto pionero en el laboratorio de IA, tomaron pasos para aliviar esta frustación. El tiempo compartido, originalmente conocido como "tiempo robado", hizo posible a múltiples programas tomar ventaja de las capacidades operativas de la máquina. Las interfaces de teletipo hicieron posible comunicarse con la máquina, no a través de una serie de tarjetas perforadas sino a través de texto. Un programador escribía los comandos y leía la salida generada por la máquina línea a línea.

Durante los últimos años de 1960, el diseño de interfaz dio saltos adicionales. En una famosa conferencia de 1968, Doug Engelbart, un científico que trabajaba en en el Instituto de Investigación de Stanford, reveló un prototipo de las modernas interfaces gráficas. Añadiendo un televisor al computador y adicionado una aparato apuntador que Engelbarg llamaba un " ratón", el científico creo un sistema aún más interactivo que el sistema de tiempo compartido del MIT. Tratando el dispositivo de video como una impresora de alta velocidad, el sistema de Engelbart le dió al usuario la habilidad de mover el cursor alrededor de la pantalla y ver la posición del cursor actualizada por el computador en tiempo real. El usuario tenía súbitamente la habilidad de posicionar texto en cualquier lugar de la pantalla.

Tales innovaciones tomarían otras dos décadas en hacer su debut en el territorio comercial. Sin embargo, en la década de 1970, las pantallas de video habían empezado a reemplazar los teletipos como terminales de despliegue, creando el potencial de la pantalla completa opuesto a la capacidad de edición línea por línea.

Uno de los primeros programas que tomó ventaja de la capacidad de pantalla completa fue TECO del laboratorio de IA del MIT. La abreviación proviene de Editor de Texto y COrrector (en inglés Text Editor y COrrector), el programa había sido actualizado por programadores desde un editor de teletipo para la máquina PDP-6 del laboratorio. [4]

TECO fue una mejora sustancial sobre editores antiguos, pero sin embargo tenía sus limitaciones. Para crear y editar un documento, un programador tenía que escribir una serie de comandos de software especificando cada edición. Era un proceso abstracto. En contraste con los modernos procesadores de palabra, que actualizan el texto con cada tecla, TECO exigía que el usuario ingresará una serie de instrucciones de edición seguido de una secuencia de "fin de comando", solo para cambiar el texto. Con el tiempo, un hacker se hacía lo suficientemente eficiente para escribir documentos enteros en modo de edición, pero como Stallman indicaría después, el proceso requería "la habilidad mental del ajedrez a ciegas" [5]

Para facilitar el proceso, los hackers del laboratorio de IA habían construido un sistema que desplegaba modos de "fuente" y "resultado" en una pantalla dividida. A pesar de este hack innovador, cambiar entre modo y modo era una molestia.

TECO no era el único editor de pantalla completa que flotaba alrededor del mundo de los computadore en ese tiempo. Durante una visita al Laboratorio de Inteligencia Artificial de Stanford en 1976, Stallman encontró un programa de edición llamado E. El programa tenía una característica interna, que permitía al usuario actualizar el texto después de que pulsara cada tecla. En el lenguaje de la programación de 1970, E fue uno de los primeros y rudimentario editores WYSIWYG. Abreviación para "lo que ves es lo que obtienes" (en inglés "what you see is what you get") WYSIWYG significaba que un usuario podía manipular el archivo moviéndose a través del texto desplegado, en contraste con trabajar con un programa de edición a través de comandos. [6]

Impresionado por este hack, Stallman buscó maneras de expandir la funcionalidad de TECO en una forma similar al regreso al MIT. El encontró una característica de TECO llamada Control-R, escrita por Carl Mikkelson y nombrada a raíz de la combinación de dos teclas que activaba su funcionamiento. El hack de Mikkelson cambiaba a TECO de su modo abstracto de ejecución de comandos hacia un modo más intuitivo de tecla a tecla. Stallman revisó la característica de una forma sútil pero significativa. El hizo posible activar algunos comandos de cadena o " macros," usando otras combinaciones de dos teclas. Donde los usuarios habían entrado solo cadenas de comandos y las descartaban después de ingresarlas, el programa de Stallman hizo posible salvar trucos de macro en un archivo y llamarlos después a voluntad. El hack de Mikkelson había llevado TECO al nivel de un editor WYSIWYG. El hack de Stallman lo había llevado al nivel de un editor WYSIWYG programable por el usuario. "Eso fue realmente un avance", dice Guy Steele, un compañero hacker del AI en ese tiempo. [7]

Debido a la propia cosecha de Stallman, el hack de macros trajo una una explosión de innovación futura. "Todas las personas y su hermano estaban escribiendo su propia colección de comandos de edición, un comando para cada cosa que el típicamente quisiera hacer", Stallman recuerda. "La gente se pasaba luego las macros y las mejoraba, haciéndolas más poderosas y general. La colección de redefiniciones gradualmente se volvieron programas en sí mismos". [8]

Tanta gente encontró las innovaciones de las macros útiles y las incorporó de sus programas de TECO que el editor TECO se volvió secundario en comparación con la macromanía que había despertado. "Comenzamos a categorizarlo mentalmente como un lenguaje de programación en vez de un editor", dice Stallman. Los usuarios experimentaban su propio placer modificando el software e intercambiando nuevas ideas. [9]

Dos años después de la explosión, la rata de innovación comenzó a exhibir efectos de borde peligrosos. El crecimiento explosivo había provisto una excitante validación de la aproximación colaborativa de los programadores, pero también había conducido a una complejidad excesiva. "Teníamos un efecto de Torre de Babel" dice Guy Steele.

El efecto amenazaba matar el espíritu que lo había creado, dice Steele. Los hackers habían diseñado al ITS para facilitar la habilidad de los programadores de compartir conocimiento y mejorar el trabajo de cada uno. Esto significaba ser capaz de sentarse en otro escritorio de un programador, abrir el trabajo del programa y hacer comentarios y modificaciones directamente sobre el software. "Algunas veces la manera más fácil de mostrar como programar o encontrar errores a alguíen, era simplemente sentarse en la terminal y hacerlo por él", explica Steele.

La característica de las macros, después de su segundo año, comenzó a impedir esta capacidad. En su ansia por abrazar las nueva capacidades de pantalla completa, los hackers habían configurado sus versiones de TECO hasta el punto donde un hacker sentándose en otra terminal de programador tenía que gastar la primera hora encontrando qué comandos de macro hacían cada actividad.

Frustado, Steele se dió a la tarea de resolver el problema. El comenzó a recolectar los cuatro distintos paquetes de macros y comenzó a ensamblar una tabla documentando los comandos más útiles. En el curso de la implementación del diseño especificado en la tabla, Steele dice que atrajo la atención de Stallman.

"El comenzó a mirar sobre mi hombro, preguntándome que estaba haciendo", recuerda Steele.

Para Steele, un programador de voz suave que interactuaba con Stallman poco frecuentemente, el recuerdo todavía lo acompaña. Mirar sobre el hombro de otro programador mientra este programaba era una actividad común en el laboratorio de IA. Stallman, el mantenedor de TECO en el laboratorio, le pareció el trabajo de Steele "interesante" y prontamente se dió a la tarea de terminarlo.

"Como me gusta decirlo, yo hice el primer 0.001 por ciento de la implementación y Stallman hizo el resto", dice Steele en medio de una risa.

El nombre del nuevo proyecto, Emacs, vino cortesía de Stallman. Abreviación de "macros de edición" (en inglés "editing macros"), significó la trascendencia evolutiva que había tomado lugar durante la explosión de las macros dos años antes. También tomó ventaja de un hueco en el léxico de la programación de software. Notando una ausencia de programas en ITS que comenzaron con la letra "E", Stallman escogió Emacs, haciendo posible referenciar al programa con una sola letra. Una vez más, el deseo del hacker de la eficiencia, había dejado su marca. [10]

En el transcurso de desarrollar un sistema estándar de comandos de macros, Stallman y Steele tuvieron que atravesar una cuerda floja política. En crear un programa estándar, Stallman estaba en clara violación del principio hacker fundamental de "promoción de la descentralización". El también estaba amenazando de cortar la misma flexibilidad que había alimentado la innovación explosiva de TECO en primer lugar.

"De un lado, estabamos tratando de tener un conjunto uniforme de comandos de nuevo; pero de otro lado, queríamos mantenerlo abierto, porque la programabilidad era importante", recuerda Steele.

Para resolver el problema, Stallman, Steele y sus compañeros hackers David Moon y David Weinreib limitaron el esfuerzo de estandarización a los comandos WYSIWYG que controlaban como aparecía el texto en la pantalla. El resto del esfuerzo en Emacs sería dedicado a retener la extensiblidad del programa.

Stallamn se enfrentaba ahora a otro dilema: si los usuarios hacian cambios pero no comunicaban dichos cambios al resto de la comunidad, el efecto de la Torre de Babel volvería a emerger en algunos sitios. Recayendo en la doctrina hacker de compartir la innovación, Stallman incrustó una frase dentro del código fuente que fijaba los términos de uso. Los usuarios eran libres de modificar y redistribuir el código con la condición de que devolvieran las extensiones que ellos hicieran. Stallman lo llamó la "comuna de Emacs". Justo como TECO se había convertido en algo más que un simple editro, Emacs se había convertido en algo más que un simple programa. Para Stallman, era un contrato social. En un temprano memo en el que documentaba el proyecto, Stallman escribió los términos de tal contrato. "EMACS", el escribión, "fue distribuido con base en la cooperación comunal, que significa que todas las mejoras debían ser devueltas a mi para ser incorporadas y distribuidas". [11]

No todos aceptaban el contrato. La innovación explosiva continuó durante toda la década, resultando en un grán número de programas similares a Emacs con diferentes grados de compatibilidad. Unos cuantos citaban su relación con el Emacs original de Stallman con nombres graciosos y recursivos: Sine (Sine no es Emacs), Eine (Eine no es Emacs), y Zwei (Zwei fue Eine inicialmente). Como un dedicado exponente de la ética hacker, Stallman no vió razones para frenar la innovación a través de acciones legales. Sin embargo, el hecho de que algunas personas tomaran tan ansiosamente el software del pecho de la comunidad, lo alteraran, y le colocaran un nuevo nombre en el software resultante mostraba una increíble falta de cortesía.

Tal compartimiento descortés se reflejó contra otros, inquietando a los desarrollos en la comunidad hacker. La decisión de Brian Reid en 1979 de incrustar "bombas de tiempo" en Scribe, haciendo posible que Unilogic limitará el número de accesos no pagados al software fue un mal augurio para Stallman, "El consideraba esto la cosa más Nazi que había visto en su vida", recuerda Reid. A pesar de alcanzar la fama en Internet, como el creador de la jerarquía alt en Usenet, Reid dice que todavía debe vivir con la decisión que tomó en 1979, por lo menos ante los ojos de Stallman. "El dijo que todo el software debería ser libre y que el prospecto de cobrar dinero por el software era un crimen contra la humanidad". [12]

A pesar de que Stallman fue impotente para oponerse a la venta de Reid, el tenía la habilidad para restringir otras formas de comportamiento juzgadas contrarias al ethos del hacker. Como mantenedor central del código para la "comuna" de Emacs, Stallman comenzó a esgrimir su poder en favor de efectos políticos. Durante las fases finales del conflicto acerca de los sistemas de palabras claves, con los administradores en el Laboratorio para la Ciencia del Computador, Stallman inició una huelga de "software" [13] en la que se negaba a enviar la última versión de Emacs a los miembros del laboratorio hasta que ellos rechazaran el sistema de seguridad en los computadores del laboratorio. La acción no hizo mucho por mejorar la creciente reputación de extremista de Stallman, pero hizo ver su punto de vista: esperaba que los miembros de la comuna hablaran de los valores básicos del hacker.

"Una gran cantidad de personas estaban furiosas conmigo, diciendo que yo estaba tratando de hacerlos rehenes o de chantajearlos, lo cual en algún sentido era lo que yo hacía", diría posteriormente Stallman al autor Steven Levy". "Yo estaba entablando violencia con ellos porque yo pensaba que ellos estaban entablando violencia con todos los demás". [14]

Con el tiempo, Emacs se volvió un a herramienta de venta la ética hacker. La flexibilidad que Stallman le había dado al software no solo alentaba a la colaboración, la demandaba. Los usuarios que no querían quedar relegados de los últimos desarrollos en la evolución de Emacs o no querían contribuir sus contribuciones de vuelta a Stallman corrían el riesgo de perderse los últimos cambios. Y los cambios fueron muchos. Veinte años después, los usuarios han modificado a Emacs para tantos usos como lo son hojas de cálculo, calculadoras, bases de datos y navegador web, que los desarrolladores más recientes de Emacs adoptaron una overflowing sink para representar su funcionalidad versátil. "Esta era la idea en que queríamos convenir", dijo Stallman. "La cantidad de cosas que contenía es al mismo tiempo maravillosa y terrible".

Los contemporáneos del laboratorio de IA era más caritativos. Hal Abelson, un estudiante graduao del MIT que trabajó con Stallman durante 1970 y que luego asistiría Stallman como miembro de la mesa directiva de la Fundación para el Software Libre, describe a Emacs como "una creación absolutamente brillante". Dando a los programadores la forma de añadir nuevas características y librerías de software sin entrometerse con el sistema, dice Abelson, Stallman pavimentó la vía para futuros proyectos de software de gran escala colaborativos. "Su estructura era lo suficiente robusta como para tener gente colaborando independientemente alrededor del mundo [y] contribuyéndole", dice Abelson. "No se si eso se había hecho antes". [15]

Guy Steele expresa una adminiración similar. Actualmente es un científico investigador para Sun Microsystem, el recuerda a Stallman principalmente como un "programador brillante con la habilidad de generar grandes cantidades de código relativamente sin errores". Aunque sus personalidades no concuerdan, Steele y Stallman colaboraron lo suficiente para que Steele echara un vistazo al intenso estilo de Stallman para codificar. El recuerda un episodio notable a finales de la década de 1970 cuando los dos programadores colaboraron para escribir la característica de "impresión bonita" del editor. Originalmente concebida por Steele, la impresión bonita fue una característica activada por una combinación de teclas, que reformateaba el código visto en Emacs de tal forma que fuera al mismo tiempo más legible y tomara menos espacio, avanzando aún más las características WYSIWYG del programa. La característica fue lo suficientemente estratégica para atraer el interés activo de Stallman, y no mucho después de que Steele la escribió, el y Stallman estaban planeando una versión mejorada.

"Nos sentamos una mañana", recuerda Steele. "Yo estaba en el teclado, y el estaba en mi hombro", dice Steele. "El tenía la toda la voluntad de dejarme escribir, pero el me dijo que debía escribir".

La sesión de programación duró 10 horas. Durante todo ese tiempo, dice Steele, ni Stallman tomó un descaso, ni hizó una pequeña caminata. Al final de la sesión, ellos habían logrado escribir el hack de la impresión bonita en menos de 100 líneas. "Mis dedos estuvieron en el teclado todo el tiempo", recuerda Steele, "pero se sentía como si nuestras ideas están flotando dentro de la pantalla. El me decía que debía escribir, y yo lo escribía".

La longitud de la sesión se reveló a sí misma cuando Steele finalmente dejo el laboratorio de IA. Parado afuera del edificio en la 545 Tech Square, el estaba sorprendido de encontrarse a sí mismo rodeado de la oscuridad noctura. Como programador, Steele estaba acostumbrado a sesiones de codificación maratónicas. Sin embargo, algo de la sesión fue diferente. Trabajando con Stallman había forzado a Steele a bloquear todos los estímulos externos y a concentrar sus energías mentales enteras en la tarea que estaba realizando. Recordando, Steele dice que el ritmo mental de Stallman era al mismo tiempo alegre y miedoso. "Mi primer pensamiento después fue: Ha sido una gran experiencia, muy intensa, y no quiero volver a tenerla en mi vida"

Notas

[1]

Ver Josh McHugh, "For the Love of Hacking," [Forbes] (Agosto 10, 1998). http://www.forbes.com/forbes/1998/0810/6203094a.html

[2]

See Stallman (1986).

[3]

Ver Joseph Weizenbaum, [Computer Power and Human Reason: From Judgment to Calculation] (W. H. Freeman, 1976): 116.

[4]

De acuerdo con el archivo de Jargon (Jargon File), el nombre original de TECO provino de Editor de Cinta y Corrector (en inglés Tape Editor and Corrector). Ver http://www.catb.org/~esr/jargon/html/entry/TECO.html

[5]

Ver Richard Stallman, "EMACS: The Extensible, Customizable, Display Editor" Memo del laboratorio de IA (1979). Una versión actualizada en HTML de este memo, del cual estoy citado, está disponible en http://www.gnu.org/software/emacs/emacs-paper.html

[6]

Ver Richard Stallman, "Emacs: el editor de pantalla completa" (1987). http://www.lysator.liu.se/history/garb/txt/87-1-emacs.txt

[7]

Ver Richard Stallman, "Emacs the Full Screen Editor" (1987). http://www.lysator.liu.se/history/garb/txt/87-1-emacs.txt

[8]

Ver Richard Stallman, "Emacs the Full Screen Editor" (1987). http://www.lysator.liu.se/history/garb/txt/87-1-emacs.txt

[9]

Ver Richard Stallman, "Emacs the Full Screen Editor" (1987). http://www.lysator.liu.se/history/garb/txt/87-1-emacs.txt

[10]

Ver Richard Stallman, "Emacs the Full Screen Editor" (1987). http://www.lysator.liu.se/history/garb/txt/87-1-emacs.txt

[11]

Ver Richard Stallman, "EMACS: El extendible y configurable editor de despliegue" Memo del laboratorio de IA (1979). Una versión actualizada en HTML de este memo, del cual estoy citado, está disponible en http://www.gnu.org/software/emacs/emacs-paper.html

[12]

En una entrevista de 1996 con el magazín en línea [MEME], Stallman citó la venta de Scribe como molesta, pero dudó en mencionar a Reid por su nombre. "El problema fue que nadie censuró o castigó al estudiante por lo que hizo", dijo Stallman, "El resultado fue que alguna gente fue tentada para seguir su ejemplo". Ver [MEME] 2.04. http://memex.org/meme2-04.html

[13]

Ver Steven Levy, [Hackers](Penguin USA [paperback], 1984): 419.

[14]

See Steven Levy, [Hackers] (Penguin USA [paperback], 1984): 419.

[15]

Durante la escritura de este capítulo, he elegido enfocarme más en la significancia social de Emacs, que en su significancia como software. Para leer más acerca del lado de software, recomiendo el memo de 1979 de Stallman. Particularmente recomiedo la sección titulada "Investigación a través del desarrollo de herramientas instaladas" (#SEC27). No sólo es accesible para el lector no técnico, también arroja luces de que tan cercanas es la filosofía política de Stallman con su filosofía de desarrollo de software. Una pequeña parte dice:

EMACS no pudo haber sido alcanzado por un proceso de diseño cuidadoso, porque tales procesos llegan sólo a metas que son visibles en el outset, y cuya deseabilidad está establecida en la fase inicial del outset. Ni siquiera yo o cualquier otro hubiera visualizado un editor extensible hasta que yo hice uno, ni hubiera apreciado su valor hasta que lo hubiera experimentado. EMACS existe porque yo me sentí libre de hacer pequeñas mejoras en un camino cuyo final no estaba a la vista.